Siddhartha Gautama, más conocido como Buda, afirmaba que «hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad». Veinticinco siglos después, en una era dominada por las nuevas tecnologías, ya no resultan tan evidentes las raquíticas patas con las que solía cojear antaño la mentira. Hoy, entidades supranacionales y grandes corporaciones sesgan a su antojo la realidad colectiva en función de su propia agenda particular. «Sólo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: no empezar y no llegar hasta el final», añadía el padre de la doctrina budista. Y, aunque nadar a contracorriente nos cueste perder temporalmente la credibilidad, no cejaremos en nuestro empeño por atravesar el laberinto de espejos que trata por todos los medios de obnubilar nuestra vista e impedirnos avanzar.
Fragmento extraído del número 26 de Ulises, la revista de viajes interiores, una publicación mítica, con ya casi tres décadas de historia, en la que han colaborado figuras legendarias de la talla de Stan Grof, Sasha Shulgin o el mismísimo Albert Hofmann.